El “Quijote” y la Generación de 1898
Resumo
Una vez más, noble hidalgo manchego, te dispones a soportar elogios, discursos y memorias, certámenes y concursos, como te saludaba uno de tus vencidos, el noble caballero andante de la poesía Rubén Darío. Y una vez más nos acercamos a ti, nosotros, “que necesitamos las mágicas rosas, los sublimes ramos de laurel” para que nos transmitas un poco de tu locura, la locura que pedía a gritos aquel otro “donquijotesco don Miguel de Unamuno”, la locura que saque de la postración a los espíritus dormidos para elevarlos a las esencias de la inmortalidad. No está de más hoy, que conmemoramos en lejanas tierras tu salida, unidos todos por el nimbo de la gracia ibérica, no está de más, “noble peregrino de los peregrinos”, que soportes por unos minutos “a un enamorado de tu Clavileño”.